El Dinero.

Järnpojken (La estatuilla más pequeña de Estocolmo).
Imagen de Mª José Corral Benítez.

El dinero puede comprar una casa, pero no un hogar.

El dinero puede comprar un reloj, pero no el tiempo.

El dinero puede comprar una cama, pero no el sueño.

El dinero puede comprar un libro, pero no el conocimiento.

El dinero puede comprar la compañia, pero no el cariño.

El dinero puede comprar un médico, pero no la salud.

El dinero puede comprar una posición, pero no el respeto.

El dinero puede comprar la sangre, pero no la vida.

El dinero puede compar el sexo, pero no el amor.

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11 comentarios:

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Simplemente es exquisita esta alegoría del dinero, dándole todo ese trasfondo con las cosas más importantes de nuestras vidas.
Saludos

Steki dijo...

Ahhhhhhhhh, el vil dinero.
Cuán cierto todo lo mencionado, querida María José.
Me encantó la pequeña estatuilla, preciosa!
Buena semana para ti, amiga.
BACI, STEKI.

manu dijo...

tan simple como claro. es muy cierto lo dicho (por suerte). el dinero no lo puede todo, aunque se piense que si.

hay rinconces que son nuestros, que se construyen con el corazón y con transpiración.

me gustó mucho.
beso.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Si no existiese el dinero, seguro que inventarían algo que lo sustituyese por lo que nos mataríamos todos. No tenemos remedio!!!

María José dijo...

Roy:
Sin duda, las cosas más importantes de nuestra vida, las que realmente nos pueden hacer felices o desdichados, no se pueden comprar con dinero.

Steki:
La estatuilla es un encanto, tiene la cabeza brillante y pulida de tantas y tantas manos que la han tocado. Parece ser que trae suerte en la fertilidad.

Manu:
Esos rincones nuestros, personales, como bien dices no se construyen con dinero sino con el esfuerzo de nuestro corazón.
Tampoco pueden venderse porque no tienen precio, solo pueden compartirse con otro corazón afín.

Grego:
El dinero ha existido siempre, de otra forma, pero con el mismo significado. Que la riqueza esté en el ser no en el tener.

Un saludo a todos y muchas gracias por vuestro comentario, que como siempre, es enriquecedor.

Cabalayka dijo...

Hola, he venido a visitarte y a leerte. No necesité del vil-metal para descubrirte...Un saludo cordial.

María José dijo...

Cabalayka:
Muchas gracias por tu visita.
Por suerte, el dinero no sirve para descubrir algunas cosas.

Un saludo.

Mª Antonia dijo...

Querida Mª José:
Benditos los sentimientos que no se pueden comprar, benditas las cosas que no tienen precio, benditas las personas que no se dejan arrastrar... Maldito dinero que tanto destruye.

Deberíamos guardar tu escrito cerca del corazón para no olvidar nunca quienes somos. HOy parece que todo y todos tiene-tenemos precio.

Besos.

María José dijo...

Querida Mª Antonia:
Sí, todo y todos tenemos un precio. Lo lamentable es que a veces ese precio en lugar de ser económico son intereses personales. La falsedad y la hipocresía, el orgullo, la ambición, llevan a que las personas se vendan, o se intercambien por el afán de conseguir algo concreto.
Lo más grave es , cuando se compran los sentimientos.

Un saludo y gracias por compartir tu opinión.

Mª Jesus dijo...

Hola Mª Jose:
Cada vez que leo todo esto del dinero pienso en cuanto construye y a la vez destruye. En este mucho creo que muchas veces dejamos que nuestras vidas sean marionetas a su servicio.
Construyamos un mundo mas autosuficiente y menos necesitado del dinero. Un saludo.

María José dijo...

Mª Jesús:
Es cierto que construye y destruye, lo que no debemos permitir es que nos destruya a nosotros mismos.

Un saludo.

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