La competitividad no hace evolucionar


Siempre hemos creído que la competitividad provoca que el individuo se supere. Ver a otros mejores que nosotros nos despierta el deseo de crecer.

En un programa de televisión vi una entrevista al famosísimo cocinero vasco Juan Mari Arzak en la cual se le preguntaban varias cuestiones del sector de la restauración. Es muy amigo de Karlos Arguiñano, otro popular cocinero vasco, colabora en su programa de televisión y comentan los avances y novedades en la cocina, nuevos ingredientes, técnicas y recetas.

Durante el diálogo, Arzak dijo una frase que me hizo pensar y reflexionar: "No debe existir competencia ni envidia".

He llegado a la conclusión de que en realidad, la competitividad provoca envidia y ambición.

La superación debe realizarse en relación a nosotros mismos y a nuestras propias capacidades y habilidades no en comparación con los demás, pues cada uno posee las suyas propias.

La superación ha de basarse en la admiración y en la generosidad. Si admiramos el trabajo de alguien podemos tranquilamente preguntarle: ¿Cómo has hecho esto? ¿Cómo se realiza eso o lo otro? Admirando, no envidiando. Con toda naturalidad y franqueza.

La otra persona ha de ser generosa, y sin egoísmo facilitarnos la información. Esta es la única manera de evolucionar.

Este sistema ha de regir en cualquier ámbito o actividad para que la misma evolucione y progrese. Unos, los inventores o creadores, ponen el conocimiento al servicio del resto y de ese modo se producen avances en cualquier campo social o de desarrollo.

Desde este blog, quiero dar las gracias a quienes han sido generosos y han compartido su información y conocimientos de forma altruista conmigo, de tal forma que he llegado, en un breve espacio de tiempo, a disponer de la suficiente sabiduría que me permita crear mis tres queridos blogs y desenvolverme con un poco de soltura en el mundo bloggero.

Grego, Alberto y Óscar, muchas gracias.

"Dar más y más es la mejor manera de tener más y más" (D. Carnegie).
" Cuando yo doy me doy a mí mismo" (Walt Whitman).
María José Corral Benítez
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8 comentarios:

Mª Antonia dijo...

Querida Mª José:
Es una hermosa forma de demostrar la gratitud que sientes por tus amigos. Lo que expones es totalmente razonable, pero no todos abren su sabiduría al resto del mundo y muchas veces al mundo se lo come la envidia por el progreso y los conocimientos ajenos. Las personas somos unos "animalitos" muy peculiares. Ojalá hubiera más gente como tú y tus amigos. Dar y recibir de manera equilibrada, es harto complicado. Hay quien da mucho y no es reconocido y hay quien recibe más de lo que merece y pide más. De todo hay en la viña...

Un abrazo de gratitud por todo lo que nos enseñas a través de tu blog.

María José dijo...

Querida Mª Antonia:
Recibo ese abrazo con alegría. Este blog, así como los otros, está con los brazos abiertos para abrazar a quienes vienen con respeto.
Me ha sorprendido que me digas que "os enseño", fíjate, no es la intención "la enseñanza". Hay personas que saben aprender, nosotras somos de esas.

Tú eres un genio de la poesía, demuestras un don y un talento especial.

Yo me limito a dar opiniones, a reflexionar, sobre lo que veo, oigo y siento, pero en prosa. Ja ja

El abrazo de gratitud te lo doy yo a tipor estar tan interesada y ser tan cariñosa con este blog y conmigo.

Un fuerte abrazo desde Almería.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Quien comparte en la vida no sólo enriquece al que da sino que se enriquece a sí mismo (Gregorio, el Blogredor)

María José dijo...

Grego:
Esta cita será célebre como las de los grandes pensadores.
Pero más aún por proceder de una buena persona.

Un saludo.

Eduardo dijo...

María José, agradezco infinitamente que en una reflexión tan importante, hayas hecho mención de mi nombre. Esto es como una cadena, en la que lo poco que he compartido contigo, lo aprendí de alguien más que estuvo dispuesto a compartirlo conmigo.
Lo más hermoso de todo, es que es una cadena de "doble vía". Ahora tú compartes conmigo, y yo aprendo de tí.

Un abrazo.

María José dijo...

Óscar:
Espero que esta cadena, la cadena de la amistad y la generosidad tenga fuertes eslabones para que nunca se rompa.

Un saludo.

Carlos Alberto dijo...

María José:

Conozco a Karlos Arguiñano. Un hombre agradable y simpático. Trabajó un tiempo en la televisión de Buenos Aires. Yo veía su programa. Me gustaba mucho. También recuerdo a su hermana, que se encargaba de los postres.


Dice Francis Ford Coppola:

El amor que tenía por mi hermano formaron en gran parte mi personalidad. Mi nombre, Francis Ford Coppola, es así de largo porque yo lo elegí. ¿Por qué? Porque mi hermano es escritor y yo quería ser escritor como él. Bien, su segundo nombre es Floyd. Él se llama August Floyd Coppola. Así que yo quise mi nombre completo, para imitarlo a él.

(...)

Cuando era joven tenía a este hermano mayor, August, que leía mucha literatura. Yo aprendí de él. Quería ser un realizador de cine que contribuyera a cambiar el lenguaje, como lo hicieron Picasso, James Joyce y Stravinsky. Quería dejar mi sello. Hacer algo innovador. Y lo hice, en cierta forma, en La ley de la calle. Es la historia de un chico y su moto. El actor es Mickey Rourke y su personaje tiene un hermano menor en el film. Es algo que quería expresar debido a lo que antes comenté sobre August. Es una película muy íntima. Se la dediqué a mi hermano.

Tomado de: Desde el Actors Studio, de James Lipton.


Dice Bertrand Russell:

La competencia, considerada como lo más importante de la vida, es algo demasiado triste, demasiado duro, demasiado cuestión de músculos tensos y voluntad firme, para servir como base de la vida durante más de una o dos generaciones, como máximo. Después de ese plazo tiene que provocar fatiga nerviosa, diversos fenómenos de escape, una búsqueda de placeres tan tensa y tan difícil como el trabajo (porque relajarse resulta ya imposible), y al final la desaparición de la estirpe por esterilidad. No es sólo el trabajo lo que ha quedado envenenado por la filosofía de la competencia; igualmente envenenado ha quedado el ocio. El tipo de ocio tranquilo y restaurador de los nervios se considera aburrido. Tiene que haber una continua aceleración, cuyo desenlace natural serán las drogas y el colapso. El remedio consiste en reconocer la importancia del disfrute sano y tranquilo en un ideal de vida equilibrado.

Tomado de: La Conquista de la Felicidad, de Bertrand Russell.


Dice James Cameron:

Tan pronto como vi 2001: Odisea en el espacio, supe que quería hacer películas. La película me afectó mucho a diferentes niveles. No me podía figurar como Stanley Kubrick logró hacer todas esas cosas y lo que tuve que hacer era justamente aprenderlas.

Tomado de: 2001: La Odisea Continúa, de Raúl Alda.


Dice Ronald Glasser:

Luego vino una era de luchas, de supervivencia de los más aptos. No por cierto de seres vivos (no había ninguno aún), sino de moléculas orgánicas que acabarían formándolos. (...) Estas luchas por la supervivencia fueron tan implacables como cualquier otra que se haya reñido desde entonces; sólo los más fuertes triunfaron.

Tomado de: El cuerpo es el héroe, de Ronald Glasser.


Dice Bertrand Russell:

El problema nace de la filosofía de la vida que todos han recibido, según la cual la vida es una contienda, una competición, en la que sólo el vencedor merece respeto.

Tomado de: La Conquista de la Felicidad, de Bertrand Russell.


Dice el Barón de Coubertin:

Lo importante es participar.

Barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos.


Dice Ronald Glasser:

Los seres comenzaron a alimentarse. Especies enteras devoraron a las que estaban cerca, y luego fueron a su vez comidas. (...) Los más rápidos se salvaron mientras perecían los más lentos; continuaron existiendo aquellos que no se podían despedazar por ser demasiado viscosos; y los que se defendían fabricando venenos y sustancias químicas para exterminar a sus agresores, siguieron reproduciéndose. Las batallas ya no tenían por objeto dominar, sino simplemente sobrevivir. Y esas luchas, que se iniciaron en los mares primitivos cuando la primera célula se volvió contra su hermana, jamás ha cesado.

Tomado de: El cuerpo es el héroe, de Ronald Glasser.


Dice Francis Ford Coppola:

Yo quiero un mundo en el que a los artistas no los contraten quienes tienen el poder, sino quienes comparten el poder con el artista. Ya que un artista está muy capacitado para mostrarnos cómo será el futuro. Porque tiene herramientas para hacerlo: su intuición y sus emociones. Me pregunto por qué los artistas no participan en el diseño de la cultura. Me encantaría tener una copia del libro El Capital y leerlo, porque intuyo que la parte del comunismo era sólo una parte y que el resto podría ser instructivo. Pero creo en el hecho de que hay un futuro al cual aspirar, en donde los talentos y los genios pueden hacer algo. Es mi utopía que eso suceda pronto y lo podamos ver.

(...)

Mi consejo es que, una vez que tengas el poder, sé fiel a aquello que te inspiró cuando no lo tenías. Entonces, ahora que tienes el poder, puedes ayudar a otros en formas que les ayuden a crecer. Y contribuir a formar un mundo mejor. Estoy convencido de que podemos hacerlo. Tenemos el talento y la habilidad para llevarlo a cabo. Nos llevará años, pero el resultado que deseamos llegará. A mí me encanta saber que todo lo que uno hace, pasará a la siguiente generación, y por ello estará mejor capacitada. ¡Vayan y cambien el mundo!

Tomado de: Desde el Actors Studio, de James Lipton.


María José: Te agradezco tus aportes para mejorar mis blogs. Mis aportes al tuyo, que yo recuerde, han sido mínimos.

Saludos.

María José dijo...

Alberto:
No importa la cantidad de aportes. Lo que importa es que sean importantes.
Cualquier aporte a esta actividad por pequeño que sea para mi es importante.
Mira, cada uno de los aportes que los demás me han hecho, por insignificante que sea, lo agradezco enormemente.
Hay distintos tipos de aporte, unos aportan con ideas, otros con consejos, otros con herramientas prácticas, con trucos, con cautelas, con avisos, etc...

Ni te imaginas lo que me ha sorprendido tu comentario. Y a medida que leía y veía su extensión más me sorprendía.

Muchas gracias por tu tiempo dedicado a mi y a este blog.

Te deseo que sigas los consejos de Bertrand Russell (La conquista de la Felicidad) y que tengas un disfrute sano y tranquilo en un ideal de vida equilibrado.

Alberto, eres un sabio.

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