Belleza y fealdad


Dicen que para gustos no hay nada escrito y que el libro de los gustos está en blanco. Lo que a unos puede parecer bonito a otros puede no gustarle o viceversa.

No obstante, existe una percepción general de lo bello, un término medio o, mejor dicho, algo que gusta a todo el mundo. Tal es el caso de un bonito paisaje, de una escena al amanecer, una puesta de sol, un monumento, etc...

Hay unos criterios generales que se rigen para clasificar algo dentro de un nivel de calidad artística. Buena música, buen cine, una obra de arte ...

Distinto es cuando se trata de la belleza física humana. La percepción de la belleza o fealdad está condicionada con la relación que se tenga con esa persona o con lo que sintamos hacia ella.

Si sentimos afecto hacia alguien, dejamos de ver fealdad en él. El sentimiento de cariño y el reconocimiento de unos grandes valores humanos hace que veamos a ese alguien con los ojos del corazón y el aspecto físico pase a un segundo plano.

Todos escuchamos comentarios sobre "qué feo" es fulanito o "qué fea" es menganita. Seguro que en más de una ocasión hemos respondido ¡¡No es tan feo!! ¡¡Yo no la veo tan fea!! Ocurre con frecuencia. Además del aspecto externo, percibimos una belleza o fealdad interior.

Hay actores que lo mismo interpretan a un personaje malo malísimo, asesino o criminal o que aparecen en un carácter noble y bueno. Kevin Bacon es un ejemplo de este tipo de actores. Pues bien, si sale de malo lo veo horrible y desagradable y si sale de bueno lo veo atractivo.

Cuando estamos enamorados vemos maravillosa, bellísima y perfecta a la persona amada. Cuando dejamos de amarle nos preguntamos ¿Cómo es posible que yo estuviera enamorada de fulanito con lo feo que es? ¡ja ja ja ! Así es y así me lo confirman muchas chicas con las que he hablado al respecto.

Como en el cuento "La Bella y la Bestia", la belleza está en el corazón.
Mª José Corral Benítez

4 comentarios:

Toni Sagrel dijo...

La belleza física, resulta ser -siempre- muy inferior a lo que representa la belleza interior.
La primera, la física, es visual y puede ser interpretada de muchas maneras y desde muchos ángulos. Los guapos/as sólo podrán presumir de una herencia genética. Otros, los menos guapos/as, serán el reflejo de un atractivo.

La segunda, la interior, se conoce sobre todo por las palabras, los sentimientos, los ojos de sus actos. Aquí, la bondad tiene mucho, bastante que decir.

Nadie es más guapo que nadie. Creo.

Saludos.

Mª Antonia dijo...

Querida MªJosé:
Totalmente de acuerdo contigo. "La belleza está en el corazón" y añadiría, en el corazón ajeno y en el propio. Si la persona "fea" es buena, no vemos su "fealdad", pero si por el contrario, es desgradable por dentro, su fealdad externa se verá aumentada a nuestros ojos; y lo mismo ocurre con el interior de la persona que observa.

Un beso.

María José dijo...

Toni:

Me alegro de encontrarte por aquí. Yo estoy muy liada.

para mí, siempre habrá guapos y feos tanto por dentro como por fuera. Nada es excluyente.

Comparto tu opinión en cuanto a que la belleza interior es la auténtica.

Un saludo.

María José dijo...

Mª Antonia:

Muy interesante esa apreciación tuya sobre el sentimiento que tiene el que observa.
¡¡Por supuesto !! La belleza reside en el corazón ajeno y en el propio.

Gracias por tu visita y tu comentario. Besos.

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